El equipo, que partió rumbo a la antigua Persia el pasado día 2, está formado por 12 discapacitados (entre deficientes visuales, ciegos, sordos y sordociegos), cuatro guías voluntarios, cuatro miembros de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales de Jaca, un reportero gráfico y Juan Antonio Carrascosa, médico y director técnico de la Sociedad Española de Montañismo y de Escalada para Discapacitados (SEMED), entidad promotora de la expedición.

Esta iniciativa forma parte del proyecto científico deportivo "Siete cumbres, siete volcanes para todos por todos", coordinado por Carrascosa y que supone un ejercicio práctico de escalada de personas con discapacidad a las siete cumbres y los siete volcanes más altos de cada continente o subcontinente.

El Damavand fue el cuarto volcán que ascendió el grupo de discapacitados, después de haber subido anteriormente el africano Kilimanjaro (5.895 metros), el europeo Elbrus (5.642) y el norteamericano Pico Orizaba (5.754).

Para próximos años quedan el sudamericano Monte Pisis (6.882), el oceánico Mauna Kea (4.205) y el antártico Mount Sidley (4.181). Otras grandes cumbres escaladas por miembros del SEMED son el Mont Blanc, el Monte Ararat, el Toubkal y el Cotopaxi.

En la expedición que regresa del Damavand están las mujeres ciegas o deficientes visuales que ascendieron el pasado año el "techo" de África, el Kilimanjaro (Tanzania).

ESCALADA

La expedición fue un "completo éxito", según aseguró Carrascosa en un comunicado desde Irán. Primero, entre los días 2 y 7 de julio, los participantes tuvieron un periodo de aclimatación en montañas cercanas y con una altitud de unos 4.000 metros, como el Alam Kouh.

Durante esos días, Carrascosa realizó diversas pruebas médicas de investigación para su programa científico, así como un estudio ergonómico de movilidad en montaña.

Tras un día de descanso, los expedicionarios acometieron la escalada del Damavand el pasado sábado. Después de permanecer en dos campamentos, uno a 3.000 metros de altitud y otro a 4.000, los montañeros partieron del campamento base a la una de la madrugada del domingo.

Todos alcanzaron la cima del Damavand tras siete horas de esfuerzo. Esta montaña emitía gases desde su cráter, lo que dificultó la ascensión en los últimos cien metros.

Según Carrascosa, fue la primera vez en la historia que deportistas con discapacidad coronaron el Damavand y la prensa iraní lo destacó como "éxito deportivo sin precedentes".