En su gira, los ecologistas llevarán una central solar fotovoltaica portátil, llamada "Sole", para conectar a la red eléctrica, cuyos componentes son los mismos que los de cualquier tejado solar fotovoltaico instalado en un edificio.

Con la "Caravana solar", Greenpeace pretende conseguir apoyos para las energías renovables como soluciónal cambio climático, y denunciar al mismo tiempo la pasividad del Gobierno, que "en vez de favorecer la energía solar, promueve un aumento de emisiones de CO2 en la próxima Conferencia del Clima de Buenos Aires".

Según esta organización, el objetivo concreto es que "el Gobierno fije, en un próximo real decreto de producción de electricidad por energías renovables, una prima para la energía producida en tejados solares fotovoltaicos de, al menos, 100 MW fotovoltaicos en los próximos 5 años y 1.000 MW e 10 años".

Asimismo, Greenpeace pide una normativa específica para edificios solares fotovoltaicos, que evite la actual arbitrariedad con que las compañías eléctricas bloquean la conexión a la red de estas instalaciones y facilite el acceso de los consumidores al uso de esta energía.

La organización ecologista promoverá la instalación de tejados solares fotovoltaicos en centros educativos, impulsando lo que se conoce como Red de Escuelas Solares de Greenpeace.