Se trata de 50 varones adultos, en su mayoría musulmanes bosnios, que las autridades croatas no quieren tener en Zagreg por tratarse de prisioneros de guerra. Son parte de los 10.000 prisioneros que el Acnur quiere sacar de la ex Yugoslavia en cuanto encuentre países dispuestos a recogerlos.

El Acnur ha fijado como prioritaria la salida de estas personas y sus familias (que en el caso de los 50 que llegarán mañana vendrán después) por considerar que es el grupo que se halla en una situación de mayor riesgo, ya que no pueden permanecer en ninguna de las repúblicas de la antiguaYugoslavia.

Estos hombres se alojarán en el centro de acogida de Cear de Gandía y los gastos correrán a cargo del Ministerio de Asuntos Sociales. Este departamento podría arbitrar los mecanismos para que los refugiados puedan trabajar en España, lo que les ayudaría a recuperarse psicológicamente sobre todo, según indicó la ministra Matilde Fernández a los responsables de Cear en una reunión que mantuvieron ayer.