En la vista oral, que empezará a las 10 de la mañana en la sección segunda de la Audiencia de Pamploa, el fiscal solicitará la libre absolución para el acusado, por entender que actuó en defensa propia y en cumplimiento de su deber, mientras que la acusación particular, que representa a la familia de Mikel Castillo, pedirá 30 años de reclusión mayor por considerar que se trata de un delito de asesinato.

Castillo falleció el 18 de septiembre de 1990 como consecuencia de varios disparos realizados por Navarro, cuando el joven huía a pie por la calle del Carmen, en el casco antiguo de la capital navarr.

Según la Delegación del Gobierno, el fallecido era miembro integrante del comando "Amaiur" de la organización terrorista vasca, del que también formaban parte Bautista Barandalla, detenido en la misma operación policial; Carlos Pérez Ojuel, responsable de organización de Herri Batasuna (HB) en Navarra, detenido meses más tarde, y Alberto Ilundain, que logró huir a Francia.

La versión oficial de los hechos sostiene que Mikel Castillo portaba un arma con la que amenazó a Rafael Navarro, quien, enaquel momento efectuó varios disparos. Sin embargo, algunos testigos presenciales aseguran que el joven no iba armado y que el agente le disparó por la espalda.

Un portavoz de las Gestoras pro Amnistía afirmó hoy, en rueda de prensa, que "el asesinato de Mikel Castillo se encuadra dentro de la política de tirar a matar y no es un hecho aislado".

Begoña Castillo, hermana del fallecido, pidió "castigo para los culpables" y anunció que el caso de Mikel aparece recogido en el último informe de Amnista Internacional.

Coincidiendo con la vista oral, las Gestoras pro Amnistía convocaron para mañana, martes, diversas movilizaciones y actos de protesta en Pamplona.