Algunos testigos aseguraron en su día que tres jóvenes corpulentos, dos de ellos con la cabeza rapada y otro enfundado en un casco de moto, fueron los autores de este asesinato provistos de una barra de hierro, una cadena de moto y una navaja, según informó hoy el Movimiento contra la Intolerancia.

El crimen ocurrió alrededor de las seis de la madrugada, mientras Antonio Micol dormía. Los agresores hundieron el cráneo de su víctima, le rompieron cinco costillas, le apuñalaron en los brazos y en las piernas, y le causaron otras lesiones en la espalda y en las manos.

Debido a la paliza, Antonio Micol sufrió una gran hemorragia interna y otra externa, y perdió la vida dos horas después.

Según el Movimiento contra la Intolerancia, los agresores conocían dónde pernoctaba su víctima, salieron de casa armados y le atacaron sorpresivamente y sin mediar palabra alguna.

Los presuntos autores (Carlos Castro Calonge, de 20 años; Francisco José Alía González, de 19, y Rubén Hernando Rodríguez, de 18) fueron detenidos meses después del crimen.

La Fiscalía, la acusación particular ejercida por la familia del fallecido y la acción popular llevada a cabo por el Movimiento contra la Intolerancia coinciden en calificar los hechos como "asesinato agravado", por lo que solicitan penas de 25 años de prisión.

Este asesinato se produjo en unos meses en los que también se cometieron diversas agresiones a indigentes en Madrid, aunque ninguno de ellos alcanzó la brutalidad del que acabó con la vida de Antonio Micol.