Aunque muchos aprovecharon el fin de semana pasado para inciar el descanso debido a las vacaciones escolares, la DGT estima que será en la tarde de mañana, miércoles, en la que se produzcan las horas de mayor circulación en todo e territorio nacional, excepto en Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia, donde no es festivo el Jueves Santo.

Ese día está previsto que se originen largas retenciones en las vías de salida de las grandes ciudades, especialmente de Madrid donde, al igual que en otras localidades importantes, la Guardia Civil de Tráfico habilitará carriles adicionales para facilitar la salida de los vehículos.

Asimismo, Tráfico estima que la instensidad de la circulación también será muy inensa durante todo el Jueves Santo, día 8, complicándose por la tarde en Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Murcia; comunidades donde ese día comenzarán las vacaciones y en las que está previsto que las retenciones se prolonguen a lo largo de la mañana del viernes, día 9.

El domingo, día 11, será otra de las jornadas conflictivas para el tráfico, ya que se producirá el regreso masivo de los ciudadanos a sus domicilios, tras el final de las vacaciones. Así, las previsiones oficiale señalan retenciones de vehículos en los accesos a las grandes ciudades, donde serán habilitados carriles adicionales.

Esa afluencia de coches será muy grande en todo el territorio español excepto en Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra, donde, al igual que en Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo la mayor intensidad en la circulación será al día siguiente, lunes, que en esas regiones es festivo.

Además de las vías de acceso a las ciudades importantes, las mayores retenciones e inensidad de la circulación ocurrirán en las carreteras que conducen a las costas españolas, a donde está previsto que se desplace gran número de ciudadanos, especialmente a la zona de Levante.

Como es habitual en estas fechas, coincidiendo con la "operación salida" de Semana Santa Tráfico desarrollará su dispositivo de vigilancia especial, formado por unos 6.500 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y 12 helicópteros.

Asimismo, aplicará una serie de medidas reguladoras de la circlación, entre ellas la eliminación de carriles cortos para vehículos lentos y la suspensión de las obras en las carreteras durante los periodos de máxima intensidad de circulación.

Esta "operación salida" será la primera que se realice coincidiendo con la difusión de la campaña divulgativa de Tráfico de este año, que, al igual que la de 1992, apuesta por el dramatismo y por mostrar duramente las consecuencias de los accidentes de circulación, lo que ha levantado la polémica.