"MAMARRU" SE NEGO A DECLARAR EN CASTELLANO ANTE EL JUEZ GARZON
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El cabecilla etarra Isidro Garalde, alias "Mamarru", que ingresó ayer en la prisión de Alcalá-Meco después de ser entregado por el Gobierno francés, se negó hoy a prestar declaración en castellano ante el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón.
Según informó la abogada del extraditado, Arantxa Zulueta, "Mamarru" dijo al juez que aunque entendía el castelano quería prestar declaración en euskera "por cuestión de principios" y, al no estar disponible ningún traductor, el interrogatorio fue suspendido.
No obstante, el juez notificó a Garalde su procesamiento por un delito de cooperación necesaria en el atentado perpetrado por el "comando itinerante" de ETA el 16 de abril de 1982 contra un microbús de la Guardia Civil en Barcelona, sumario por el que la Cámara de Acusación del Tribunal de Apelación de Douai (Francia) accedió a la extradición.
El etrra fue involucrado en esta acción por el propio Henri Parot, jefe del "comando", que le señaló como la persona que les facilitó el lanzagranadas con el que perpetraron el atentado.
Según la abogada, "Mamarru" firmó el auto de notificación y mantuvo una breve conversación con Garzón en castellano en la que manifestó al juez que se encontraba en pésimas condiciones en la prisión, donde permanece incomunicado, y le preguntó cuánto tiempo permanecería en esa situación.
A la salida del juzgado, "Mamaru" respondió con un simple "¡uff!" cuando un periodista le preguntó sobre cómo había pasado su primera noche en Madrid.
Por otra parte, el juez Garzón ordenó el ingreso en prisión comunicada e incondicional para Begoña Bernaola, detenida el pasado lunes en Bilbao, por colaboración con banda armada.
Bernaola, acusada de poner en contacto al cabecilla etarra José Luis Alvarez Santacristina, "Txelis", y algunos "comandos" en España a través del ciudadano francés François Wolf, negó todas las imputaiones, según su abogada.
La detenida dijo no haber visto jamás ni conocer al dirigente etarra, mientras que explicó que su vinculación con el francés se debía a una amistad que mantenía desde hace 20 años.
Bernaola denunció haber recibido malos tratos en las dependencias policiales de Madrid, donde además, aseguró, la sometieron a interrogatorios sin abogado.
(SERVIMEDIA)
22 Oct 1992
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