En la presentación de la I Jornada sobre "Las consecuencias de la violencia hacia la mujer", celebrada en Madrid, Urra destacó que nueve de cada diez agresores que acaban en la cárcel son varones.

En este sentido, planteó como "vacuna contr la violencia" la "esterilización" social, es decir, educar a los niños desde los valores del diálogo, el deporte, la lectura, el respeto a los demás o el amor a la naturaleza.

De este modo, según Urra, se enterraría la advertencia de la Fiscalía General del Estado de que algunos niños comienzan a ser violentos desde muy corta edad.

El Defensor del Menor expresó su deseo de que se apruebe en el Congreso una "buena ley de responsabilidad penal juvenil", con el fin de evitar las "agresiones instituionales" que padecen los niños que son víctimas de abusos sexuales cuando ven al presunto agresor en el juzgado.

POCAS DENUNCIAS

Por su parte, la concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Elena Utrilla, declaró que sólo se denuncian entre el 10 y el 15 por ciento de los casos de violaciones a mujeres. "La violencia hacia las mujeres todavía no se denuncia", sentenció.

Utrilla recordó que la ONU fue el primer organismo en denunciar la violencia a la mujer, en 1975, y que en 198 se reconoció que este tipo de agresiones forman el "mayor crimen encubierto en el mundo".

En la actualidad, según la concejala, los maltratos suponen un atentado contra la sociedad. "Hay que romper el tabú de que la violencia es un tema privado. No es un tema familiar, sino que afecta a la sociedad", agregó.

Al igual que Urra, también consideró la educación familiar como factor de prevención de la violencia, aunque lamentó que "en las familias, el proceso de educación contra la violencia aún no a llegado".

Por otro lado, la responsable de la Dirección General de la Mujer, Asunción Mihura, afirmó que los malos tratos son consecuencia de la desigualdad entre el hombre y la mujer, que todavía persiste en la sociedad. "Educar en la igualdad y el respeto es prevenir la violencia", subrayó.

La alcaldesa de Boadilla del Monte, Nieves Fernández Crespo, nombrada por la Unicef como "alcaldesa de los niños", advirtió de que "cuando se agrede a una mujer, lo que más se destruye es la dignidad, que s algo casi imposible de recuperar".