Ese acuerdo marco de cooperación turistica, que suscribieron José María uíz Povedano, presidente de la Diputación Provincial de Málaga, y representantes de Legard, incluye el hermanamiento de ciudades y pueblos de las dos provincias, así como un programa de cooperación e intercambios culturales.

El departamento francés de Legard, por sus características rurales y su extensión agrícola, ha puesto en marcha una serie de subvenciones dirigidas a los agricultores, con el fin de que reconviertan sus terrenos de labor menos productivos en albergues.

Esas medidas, además defomentar la industria turística en zonas donde no llega la inversión hotelera, tratan de evitar el descenso de la población en las comarcas rurales menos favorecidas.

Hasta la fecha, distintos puntos de la provincia de Malaga pusieron en práctica la promoción de algunas variedades de ese modelo vacacional, aunque con resultados desiguales.

El convenio firmado entre los representantes malagueños y de Legard tiene previsto también la inclusión de ofertas de "sol y playa" para las clases menos favorcidas, los jóvenes y ancianos, así como para los grupos marginales de ambas zonas geográfica.