Uno de los objetivos fundamentales de esta medida es mejorar la velocidad de los autobuses de la EMT y la frecuencia del servicio, así como erradicar la doble fila y descongestinar de esta forma el tráfico en general.

El nuevo separador, realizado con hormigón aligerado, tendrá 35 centímetros de alto y 30 de ancho, no tendrá aristas, estará iluminado y supondrá una separación física total del resto de carriles.

A finales de mayo, según el concejal, saldrá a concuro el proyecto para decidir qué empresa fabrica, instala y mantiene los separadores, y a finales de verano estarán colocados los primeros 22 kilómetros de los nuevos carriles-bus.

La instalación de estas plataformas de separación empezará en las calles por las que circulan más de 70 autobuses cada hora. Este nuevo proyecto afectará a 53 líneas de autobuses, lo que supone el 53% del servicio diurno.