Según informó hoy la Dirección General de la Policía, los talleres estaban regentados por iudadanos chinos, y en ellos había trabajadores de la misma nacionalidad.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de marzo, con la localización de uno de los locales, ubicado en la calle Josefa Honrado. Las investigaciones posteriores culminaron con el hallazgo de otros tres en las calle Aramis, Solana de Luche y Albeniz.

A primera hora de la mañana de ayer se estableció un dispositivo policial, integrado por funcionarios de las Brigadas Central y Provincial de Extranjería, quienes, acompañaos de inspectores de Trabajo, revisaron en los talleres la maquinaria utilizada para cortar, coser y planchar ropa, así como la mercancía lista para ser embalada y transportada.

En la operación, resultaron detenidas nueve personas de nacionalidad china, entre los que se encontraban los tres responsables de los talleres. También fueron detenidos seis empleados, todos ellos con residencia ilegal en nuestro país.

Los investigadores comprobaron en el registro cómo los inmigrantes ilegales de nacionaldad china que trabajaban allí sobrevivían en condiciones infrahumanas, hacinados y sin salir casi de los talleres, para evitar ser detectados.

Los talleres carecían de la oportuna licencia municipal y estaban desprovistos de las más elementales medidas de seguridad e higiene, existiendo un hacinamiento de máquinas de confección en espacios reducidos, donde habían instalado, incluso, diminutas cocinas en las que los operarios se calentaban la comida.