Además, el parque tendrá una rosaleda con 2.500 rosales, zonas infantiles y una explanada, a modo de "salon verde" que servirá parajuegos y estancia, según ha informado el consistorio madrileño.

El jardín para invidentes estará provista de jardineras elevadas con plantas aromáticas y de texturas curiosas, con indicaciones en Braille para informar sobre las distintas especies.

Los pavimentos irán variando para indicar dónde está la exposición, los bancos, o los carteles indicativos. En el centro habrá una fuente para que los invidentes pueden acercarse y disfrutar del contacto con el agua.

La rosaleda tendrá un trazado cásico, con una fuente en el centro y en ella se plantará 2.500 rosales. Entre la rosaleda y la zona de juegos infantiles discurrirá el carril-bici que recorrerá el parque.

Una gran zona con más de 118.000 metros cuadrados se estructurará en una gran plaza central rectangular, con un pequeño lago y un anfiteatro.

En otra de las zonas, más forestal, sobre una superficie de 125.000 metros cuadrados habrá un recorrido de footing, una zona con una gran explanada sin arbolado y con suelo de pradera natral, que servirá para diferentes actividades, como volar cometas o hacer barbacoas y donde se colocarán mesas de picnic.