Dijo que el objetivo es "sacar al mercado las viviendas vacías controladas por pequeños propietarios que, en muchos casos, las mantienen desocupadas por temor a riesgos como impagos, dificultades para el desalojo...".

Propuso la creación de un censo de viviendas vacías que permita llevar a cabo las siguientes medidas: Gestión pública de viviendas vacías,voluntariamente ofrecidas por sus propietarios privados para ser alquiladas, financiación desde la Administración local de seguros de alquiler y avales, y penalización de la propiedad de una vivienda desocupada por medio de un Impuesto de Bienes Inmuebles modulado en función del uso y patrimonio del propietario.

Además, planteó una reducción de las desgravaciones fiscales a la compra e incremento, en similar cuantía, del gasto público destinado a la vivienda. Según Mendiluce, la política fiscal actualen esta materia es regresiva, ya que, fiscalmente, es más interesante la compra y tiene premio fiscal para quien más recursos posee.

Dijo que, según el Instituto de Estudios Fiscales, el 43% de los declarantes con base imponible superior a 30.000 euros (cinco millones de pesetas) se han beneficiado de deducción por compra de vivienda, frente al 21% que tiene una base imponible inferior a 12.000 euros (dos millones de pesetas) que no se ha beneficiado de esta deducción.

Tras señalar que "la reciene reforma del IRPF recoge desgravaciones fiscales sólo para el propietario y no para el inquilino que habitualmente tiene unos menores ingresos", pidió, por último, la creación de un Instituto Municipal de la Vivienda de Alquiler para la gestión integral, a través de políticas activas, de la oferta y la demanda.

Destacó que esta oficina garantizará a los propietarios la gestión del alquiler, el cobro de las rentas y la seguridad y el mantenimiento del piso durante el periodo de arrendamiento. En cuant a los inquilinos, entre otras ventajas se creará una ventanilla única para el acceso a la bolsa de vivienda, con precios estables y en función de su capacidad adquisitiva.