MADRID. UN VECINO DE RIVAS DENUNCIA TRATOS VEJATORIOSEN EL HOSPITAL GREGORIO MARAÑON
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Un vecino de Rivas-Vaciamadrid, M.F., ha denunciado lo sucedido con ocasión del ingreso de su madre, de 87 años, en las urgencias del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, tras sufrir una caída. Además de denunciar tratos vejatorios por parte de los vigilantes de seguridad del citado centro médico, explica que el regreso de su madre en ambulancia se demoró unas 6 horas.
Según la denuncia, la anciana, J.G., ingresó en el Gregrio Marañón el pasado 5 de marzo, a las 06,16 horas. Tras realizarle una serie de pruebas, madre e hijo quedaron a la espera de los resultados.
"Entretanto, salgo para atender a mi esposa, que estaba algo mareada, y ya no me permiten entrar sin pase, que solicito a información de la sala de espera, donde me responden que no saben si me lo podrán dar antes de las 10,00 horas", según el relato del denunciante, al que tuvo acceso Servimedia.
A continuación, el vecino de Rivas, "debido a la tardanza,carente de información y cada vez más nervioso", intentó entrar en Urgencias para interesarse por el estado de su madre, pero no lo consiguió. Ante ello, insistió ante los funcionarios, que llamaron a los vigilantes de seguridad.
Según el denunciante, los guardias "me echan a empujones, rompiéndome la chaqueta y amenazándome puño en alto con 'romperme la cabeza'". Después de este incidente, a las 10,30 horas le dijeron que no tenían información disponible sobre su madre, y a las 13,30 horas le explicaon que permanecería en observación hasta las 18,00 horas.
Cuando a las 17,40 horas el vecino de Rivas se acercó a solicitar información, relata en la denuncia, "me comentan que habían oído que a esa enferma le habían dado el alta", lo que poco después le confirmaron oficialmente, a la vez que "me facilitan el volante para solicitar el servicio de ambulancias".
Dicho servicio se pidió a las 17,30 horas "y es facilitado a las 23,30 horas, seis horas después de solicitarlo, con la única explicación e 'había muchos servicios esa tarde' y mi madre estaba 'casi de las últimas'. Finalmente, llegamos a casa a las 23,55 horas, 18 horas después de salir".
"Cuando se nos requiere por megafonía, a las 23:30 horas, nos aguarda una nueva sorpresa: la ambulancia va con un solo empleado, por lo que para entrar en mi casa y subir tan solo siete escalones precisa de mi ayuda", concluye el relato de la peripecia hospitalaria.
Los hechos han sido puestos en conocimiento de los consejeros de Sanidad y Servicos Sociales, Ignacio Echániz y Pilar Martínez, respectivamente, del portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Pedro Sabando, y de los portavoces del PSOE, PP e IU de la Cámara regional en materia de Salud, así como del director del citado hospital, dependiente de la CAM.
El denunciante pregunta en su carta si tienen autoridad legal los vigilantes jurados para "agarrar, empujar, romper la ropa y amenazar a los familiares de los enfermos". En la denuncia figuran los números de placa de los guardias ludidos.
Con respecto al trato recibido por su madre, señala que hasta el final del turno de noche éste fue "exquisito y considerado", pero por la mañana "negligente y desconsiderado, pues las comidas 'se habían acabado' a las 14:00 horas. Se limitaron a darle un vaso de leche con la medicación".
El denunciante añade que "la información fue incompleta y no de muy buenos modos" y se pregunta, con relación a la evacuación en ambulancia: "¿Es que dicho servicio está regulado solamente por el persona de la empresa contratada, sin ninguna supervisión y solicitud de responsabilidad de parte de la Seguridad Social?".
(SERVIMEDIA)
30 Mar 2001
SMO