"Hasta el momento se ha mirado hacia otro lado y se ha pensado que la Casa de Campo está allí, a oscuras, y que no ocurre nada", dijo Urra a Servimedia. "Ahora la prostitución en este lugar se ha convertido en una atracción".

En su opinión, el problema no son las prostitutas, sino los proxenetas, las estructuras que hay montadas alrededor de ellas y los clientes. A juicio de Urra, qe una persona utilice a una menor traída de otro país es "de una gravedad y de una perversidad tremenda". "Creo que hay que poner muchas más dificultades a los clientes".

Entre otras medidas, Javier Urra propuso, por ejemplo, que la policía pida los carnés a las personas que demandan estos servicios o que realice pruebas de alcoholemia. Además, cree que policial y judicialmente "hay que estudiar la estructura que hay detrás, porque este asunto mueve millones incontables".

Urra recordó que el probema de la prostitución no existe sólo en la Casa de Campo. "Las carreteras se están llenando de prostíbulos. Parece que en algunos aspectos de la sexualidad en España estamos haciendo 'zapping'", agregó el Defensor del Menor.

"Siempre ha habido prostitución, pero ha habido unas formas y un respeto a la persona. Ahora es todo público y se tiene que dar una solución inmediata para que no haya menores a las que se les prostituya", añadió.

El Defensor del Menor de la CAM anunció que se ha puesto en cntacto con el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia para que, "si así lo valora, haga público, a partir de las menores, quiénes las traen y quiénes sostienen todo esto, para penalizar a quien hace prostituirse".

Urra cree necesario que se reunan todas las administraciones para acabar con este tipo de prostitución. "Todos nos tenemos que reunir para buscar una solución, no para poner encima de la mesa puntos de dificultad", dijo.