El teléfono unificado de emergencias, el 112, recibió en 5 horas más de 1.000 llamadas, cifra media diaria ue sólo se suele alcanzar en 24 horas, según indicaron a esta agencia fuentes del departamento.

La mayoría de estas llamadas se desviaron a Bomberos de la capital y la provincia y a las policías locales. Las áreas más afectadas por la tromba fueron el norte de la capital y el Corredor del Henares.

Los bomberos tuvieron que seleccionar la prioridad de las emergencias, ya que entre las 6 y las 7 de la tarde todas las dotaciones del parque madrileño estaban en la calle y seguían entrando llamadas deemergencia por su centralita.

En total, los bomberos de la capital realizaron 90 servicios de emergencia, de los cuales más de 40 tuvieron lugar entre las 6 y las 8 de la tarde. El trabajo de este departamento superó en más de un 50 por ciento la media habitual diaria.

La Policía Municipal de Madrid se vio obligada a cortar varias calles de la capital y la vía más afectada por la lluvia fue la M-30, donde durante más de una hora permaneció cortado el túnel de acceso que une la Avenida de la Ilustación con la M-607 y otro tanto, en el kilómetro 24, en la zona de Puerta de Hierro, donde un carril de la calzada quedó inutilizado.

El tramo de la calle Padilla con Juan Bravo aún permanece cortado a la circulación, desde ayer, cuando sobre las 10 de la noche el viento derribó la fachada y parte de la esquina de un edificio en demolición, situado en el número 8 de la calle Juan Bravo.

Además, el Ayuntamiento de Madrid tuvo que abrir las compuertas del río Manzanares a su paso por la capital par aliviar el caudal del río a causa de la gran crecida que experimentó durante la tromba de agua, según informaron fuentes policiales.

Los bomberos de la Comunidad de Madrid realizaron más de 40 intervenciones y las zonas de la región más afectadas por la tormenta fueron los municipios de San Fernando de Henares, Mejorada del Campo y Coslada.

El Samur realizó 50 salidas de emergencia, entre las 17,30 y las 19,00 horas de ayer, un 50 por ciento más de la media habitual. El 90 por ciento de los servcios del Samur fueron en la zona de Mirasierra, donde la tormenta causó los mayores estragos, incluido el accidente mortal de un obrero que murió electrocutado.