La investigación se inició por la denuncia de la madre del niño de 11 años y fue éste mismo quien explicó a la policía lo ocurrido. Según su relato, el entrenador les llevaba todos los fines de semana al pantano de Valmayor para practicar el remo y en junio de 1996 le hizo objeto de tocamientos cuando volvían a Madrid en su coche.

Los investigadores tuvieon noticia de la denuncia de otro alumno ante la Fiscalía de Menores de Madrid, por unos abusos que en este caso se remontaban a julio de 1994, con ocasión del Campeonato de España de Remo Olímpico en el Lago de Banyolas. Según el menor, el profesor se metió desnudo en su habitación y le hizo objeto de tocamientos, unos abusos que se repitieron en mayo de 1995, con motivo de unas regatas en Sevilla.

Finalmente, la policía consiguió el testimonio de otro adolescente, a quien el profesor, tras enterarsede que había abandonado la casa paterna por problemas familiares, le invitó a vivir con él. Sólo aguantó unas horas porque esa misma noche el profesor se metió en su habitación mientras dormía para abusar de él, a pesar de su negativa.