El incidente tuvo lugar cuando el conductor del convoy, F. C. V., de 36 años, abandonó la cabina para comprobar el fallo en el cierre de una puerta. De pronto, el tren se puso en marcha y el hombre intentó volver a la cabina sin conseguirlo, por lo que echó a correr tras el convoy por el tnel hasta Plaza de Castilla, donde avisó al jefe de estación.

Algunos viajeros también se dieron cuenta de que el tren iba sin conductor, pues habían visto que éste intentaba subirse en marcha. Pasaron sin detenerse por las estaciones de Ventilla y Barrio del Pilar, decidiendo entonces hacer uso del freno de emergencia y pararon el tren entre esa última estación y la de Cardenal Herrera Oria.

Salvo ligeros cortes de dos de los pasajeros en las manos al romper el cristal, ninguna de las 19 persona que iban en el convoy ha sufrido lesión alguna. No obstante, la mayor parte de ellas manifestó su propósito de denunciar el incidente.

Por su parte, el jefe de operaciones de Metro, Aurelio Rojo, confirmó a Radio Nacional que el incidente se produjo a causa de un error humano, al dejarse el conductor una marcha puesta en el momento de abandonar el tren para comprobar el fallo de la puerta, y descartó que los pasajeros corrieran peligro, porque, dijo, el convoy se habría detenido de todas formas por e sistema de protección automática.