Este sistema, que estará instalado en un plazo de tres meses, servirá para que cada taxi esté representado en un mapa cartográfico, que dará la ubicación concreta de cada vehículo con un error maximo de cuatro metros, explicó Ruiz-allardón.

En caso de peligro, el taxista podrá enviar una señal, sin que el delincuente lo perciba, al telefóno 112, que localizará rápidamente el vehículo y dará aviso a los cuerpos de seguridad.

Cada mecanismo costará una 95.000 pesetas por taxi, que será abonado en partes iguales por los afectados (25.000 pesetas), el ayuntamiento implicado, la Administración central y el Gobierno regional.

En total, y teniendo en cuenta que en la Comunidad hay 15.600 taxis, este proyecto costará 1.484 milones de pesetas.

Ruiz-Gallardón dio a conocer estos detalles durante la respuesta a una pregunta en el pleno de la Asamblea de Madrid formulada por el diputado socialista Juan Antonio Ruiz Castillo, acerca de las medidas que la Comunidad piensa adoptar ante la evolución de las estadísticas policiales relacionadas con el número de delitos que en 1998 se han producido en la región.