Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, el Grupo de Investigación de la Seguridad Social estaba tras la pista de una serie de fraudes al citado organismo.

Los autores del fraude habían adquirido un medicamento con recetas robadas y manipuladas. En las comisarías de Salamanca y Moratalaz existían denuncias por esas sustracciones cometidas en ambulatorios de ambos distitos.

El último de los hurtos ocurrió en la calle Ibiza. El procedimiento era idéntico: un doctor recibió un aviso telefónico para que acudiera urgentemente a otra dependencia del centro. Cuando volvió a su despacho después de comprobar que la llamada era falsa, se encontró con que habían desaparecido dos talonarios de recetas firmadas y selladas, que tenía sobre su mesa.

Los agentes comprobaron que algunas de ellas habían sido presentadas en farmacias de las calles Doce de Octubre, Sáinz de Barada y otras de la zona. En ellas figuraba una identidad que, según comprobaron los policías, correspondía a un joven drogodependiente fallecido hace un par de meses.

Los farmaceúticos manifestaron que era una mujer joven quien había adquirido el medicamento presentando un carné de identidad del supuesto enfermo. Además de la descripción física de ella, aportaron el dato de que llevaba un brazo en cabestrillo.

Hace dos días, los investigadores localizaron en la boca de metro de Ibiza a una joven deesas características, identificada como Ana María A.S. En su bolso llevaba los dos últimos talonarios con un total de 95 recetas, el carné de identidad del fallecido y un pasaporte a nombre de Alfonso M.J.

Este último fue detenido ayer como supuesto implicado e los delitos junto a Ana María. Ambos carecen de antecedentes policiales. Su estado físico es de extremo deterioro, pués se inyectaban diariamente las seis cápsulas que contiene cada caja del medicamento adquirido.