Estas fuentes indicaron que muchos de los 250 trabajadores del Registro, que tiene su sede en la clle Pradillo, trabajan con abrigo y guantes, y deben "moverse" para evitar el frío.

La falta de calefacción ha provocado diferencias de temperatura de hasta 15 grados en las distintas plantas del edificio, lo que ha dado lugar a que algunos funcionarios hayan sufrido afecciones de garganta y conjuntivitis.

Asimismo, la masiva utilización de radiadores ha originado que sea frecuente que se vaya la luz, al no poder soportar la instalación eléctrica tantos radiadores conectados.

Esta circunstania retrasa diariamente el trabajo, ya que los ordenadores se desconectan cuando saltan los plomos y es necesario encenderlos de nuevo.

Para protestar por estas "condiciones de trabajo", los funcionarios se concentran desde el pasado 21 de febrero a primera hora de la mañana en la puerta del Registro Civil.

BODAS BAJO CERO

Las malas condiciones de estas dependencias judiciales han provocado, según los sindicatos, la crítica de los ciudadanos que acuden a realizan algún trámite en estas dependencas judiciales.

El Registro Civil tiene como misión inscribir los nacimientos, defunciones o bodas que se producen en Madrid. En el mismo edificio se encuentra también el Registro Central, donde deben ser incritos los españoles nacidos en el extranjero.

Las representantes consultados informaron que muchas de las bodas de este invierno se han celebrado con bajas temperaturas, lo que provocaba en muchos casos el enfado de los novios e invitados.

El Registro Civil se encuentra desde 1984 en un eificio de la calle Pradillo, aunque éste estaba destinado en un principio para ser la sede del Registro Mercantil.