El taxista, en el trayecto de regreso, se cruzó con un radiopatrulla, le dió las luces y los agentes, que se percataron de que se trataba de un aviso de socorro, lograron detener a los secuestradores.

De acuerdo con las mencionadas fuentes, los hechos ocurrieron sobre las nueve y media de la mañana de ayer, cuando dos individuos cogieron un taxi en l Glorieta de Carlos V, con destino al Pozo del Tío Raimundo.

Los desconocidos, bajo amenazas y a punta de navaja, obligaron al taxista a cambiar el rumbo hacia La Celsa, en medio del trayecto. Ya en el poblado, le robaron la recaudación, 4.000 pesetas y mientras uno de los atracadores fue a comprar droga, el otro permanecía en el vehículo.

Transcurridos 20 minutos, reiniciaron la marcha en dirección a la M-30. En el camino, exigieron al taxista que parara mientras ellos se fumaban la droga que acbaban de comprar.

Iniciaron el camino de regreso y cuando circulaban por la calle Embajadores, el taxista vio un coche de policía. Lanzó varias ráfagas con la luz de los faros y los agentes dedujeron que el conductor podría hallarse en situación de peligro, por lo que interceptaron el vehículo y detuvieron a sus ocupantes, después de que el taxista les relatara lo acontecido.

En la parte trasera del taxi, los agentes hallaron una pistola de fogueo, que a simple vista parecía una Walter PPK auténtca. También les intervinieron una navaja tipo mariposa y otra multiusos.

Según se deduce de las diligencias instruidas, a uno de los arrestados, José Manuel P., se le imputa otro delito de similares características, cometido en un pueblo de Salamanca el pasado 17 de noviembre. Ha estado detenido en dos ocasiones por tráfico de estupefacientes y receptación. Su compañero, de nombre Javier, carece de antecedentes.