Según informó hoy la Jefatura Superior de Policía de Madrid, la intervención del dueño del hostal, que llamó a los agentes, dio al traste con los propósitos del detenido.

Los hechos ocurrieron ayer, cuando unos amigos de la víctima le habían presentado a Javier en un local de copas. Horas más tarde, ambos se fueron a casa de otro amigo a ver un partido de baloncesto. A mediodía, a mujer decidió irse a casa y llevó en su coche a Javier.

En el trayecto, el vehículo se atascó en un charco y el hombre se puso al volante para salir del atolladero. Sin abandonar el volante, tomó dirección Vicálvaro y aparcó a un lado de la carretera para, según le dijo a su víctima, charlar un rato. Ella se dio cuenta de que algo no iba bien y le dijo que quería irse a casa.

En ese momento, comenzó el calvario de la mujer, que intentó quitar las llaves de contacto del coche, a lo que el indiviuo respondió amenazándola con una navaja. La víctima intentó desesperadamente pedir ayuda por su teléfono móvil, pero su agresor se lo arrebató.

Después de llevarla hasta un "pub" en Coslada, la trasladó hasta un hostal también situado en esa localidad. Cuando ambos se encontraban en el bar del establecimiento, ella fue al cuarto de baño y aprovechó la ocasión para escribir en un trozo de papel higiénico la frase: "Socorro, me tiene retenida, por favor llamen a la policía".

Mientras Javier realizba los trámites para solicitar una habitación, ella dejó caer en el suelo el papel. El dueño del hostal lo leyó, avisó a la policía y subió a la habitación para entretener al supuesto agresor. Minutos después una patrulla de la Policía Nacional detuvo al sospechoso y le intervino una navaja.

La denunciante ha declarado que la intervención del dueño del hostal evitó que Javier la agrediera sexualmente. Este, que carece de antecedentes policiales, pasará a disposición judicial una vez que concluyan las iligencias.