El colegio trata de conseguir "la participación activa del farmacéutico en la asistencia al paciente, cooperando así con el resto de sectores sanitarios en la dispensación y seguimiento de un tratamiento terapéutico a través de un práctico sistema informático", según José Enrique Hours, presidente del colegio.

El ministro destacó las virtudes del sistema, como la personalización del tratamieno y la articulación de los sectores sanitarios que deben asegurar el "uso racional de los medicamentos".

Romay añadió que el sector farmacéutico "está desaprovechado" y que una de las asignaturas pendientes del ministerio es "aprovechar su implantación estratégica en el territorio".

Según el presidente del colegio madrileño, algunas farmacias de la Comunidad están aplicando experimentalmente el nuevo sistema con muy buenos resultados, que se traducen en una disminución del gasto farmacéutico.

Esto se consigue al reducir el riesgo de las reacciones adversas en la medicación, el incumplimiento de los tratamientos o la duración de las estancias hospitalarias relacionadas con el tratamiento farmacológico.

Hours se refirió a Estados Unidos, un país en el que se ha aplicado este modelo de atención farmacéutica y se ha logrado reducir las admisiones hospitalarias en un 17 por ciento, un 42% las incompatibilidades y un 50% el abandono de la medicación.