Según la organización ecologista, el excesivo número de visitantes y la falta de vigilancia provoca que la gente se disperse por los pinares de forma incontrolada y que algunas personas enciendan fogatas, a pesar de estar prohibido.

Los fines de semana, asegura Ecologistas en Acción, no es raro encontrar varios cientos de fogatas en una zona donde tanto el matorral como el arbolado es altmente combustible.

A esta situación se suman las altas temperaturas y la existencia en la zona de valles de fuerte pendiente, que favorecen la canalización del viento y contribuirían a propagar rápidamente un posible incendio.

Además del gran valor medioambiental que tienen por su vegetación los pinares que rodean el embalse de San Juan, también tienen una gran importancia como lugar de nidificación de especies animales en peligro de extinción, como el águila imperial o la cigüeña negra.

Porello, Ecologistas en Acción solicita a la Consejería de Medio Ambiente que ponga en marcha de inmediato un plan de uso público y gestión, por el que se fije un límite al número de vehículos que acceden a los pinares, el cierre al tráfico de algunas pistas y el incremento de la vigilancia.