Esta publicación dedica en su número de febrero un especial a España. En él señala los aspectos que aún pesan negativamente sobre la investigación matemática, como el bajo porcentaje sobre el PIB dedicado en España a I+D, por debajo del de la mayoría de los países europeos.

Pese a los avances registrados en los últimos 20 años, según esta publicación, España es todavía un país en desarrollo en el campo de las matemáticas. Además,plantea los tres grandes retos que, a su juicio, ha de afrontar: el descenso de número de alumnos en las licenciaturas de matemáticas, el débil vínculo de las ciencias exactas con la industria y el endogámico sistema universitario español.

Como contrapartida, la revista destaca que, hace veinte años, los artículos de investigación firmados por matemáticos españoles en publicaciones internacionales suponía apenas un 0,3%, mientras que ahora el porcentaje de esas publicaciones es casi de un 5%".

Además, afirma que, de los quince científicos españoles más citados, cuatro son matemáticos.