La policía tuvo conocimiento de estos hechos el pasado viernes cuando un vecino de la calle Almansa número 47 acudió a la comisaría a denunciar que oía frecuentemente llantos de una niña, que se encontraba sola en uno de los pisos.

Cuando llegó la dotación del coche patrulla, en la casa había un hombre que se identificó como el tío de la pequeña y que negó que la niña estuviera abandonada. El hombr explicó que cuidaba de la pequeña mientras su madre se encontraba en Portugal, aunque no podía estar todo el día con ella por su trabajo.

Los agentes abandonaron el domicilio y, al día siguiente, otra vecina volvió a llamar a la Policía para comunicar que la niña estaba llorando otra vez y que llamaba insistentemente a su madre.

De nuevo, un coche patrulla acudió al domicilio y dió aviso a la policía. Nadie abría la puerta de la vivienda, pero desde la terraza contigua se podía observar que la pqueña estaba sola.

Tras dar aviso al fiscal y al juez de guardia, estos acudieron a la finca y comprobaron la situación. El juez autorizó el traslado de la pequeña a dependencias del Grupo de Menores y los agentes tuvieron que acceder por la terraza para sacar a la niña de la vivienda. El caso se encuentra en manos del juez de menores.