Según informa Renfe en un comunicado, las principales incidencias han tenido lugar en las líneas que concluyen en las estaciones de Chamartín y Atocha.

Los incidentes se iniciaron pasadas las seis de la mañana, cuando un grupo de maquinistas de la residencia de Chamartín, en una actitud perfectamente coordinada y premeditada, según la versión de la compañía, ha iniciado una huelga de celo, con el objetivo claro de provocar grandes aglomeraciones y retrasos en las Cercaníasde Madrid.

Con la excusa de falta de linternas o de botiquines en las cabinas de conducción -a lo que obliga el reglamento de circulación-, estos maquinistas dilataban la salida de los trenes hasta provocar su suspensión. Renfe asegura que los botiquines y linternas estaban en su sitio, pero tras la entrada de los maquinistas desaparecían.

Esta actitud ha impedido la circulación en plena hora punta de 61 de los 125 trenes que debían pasar por la estación de Chamartín. La compañía pidió a los usuaios, a través de la megafonía y mediante información en las diferentes emisoras de radio, que utilizasen sistemas alternativos de transporte.

En total se han visto afectados por las incidencias unos 200.000 viajeros. Renfe asegura que no había recibido ningún aviso por parte de los maquinistas de esta movilización encubierta.