Tras relatar que su trabajo consistía en informar sobre proyectos formativos para posteriormente concederles ayudas económicas, Teruel habló de José Bravo Bravo, contratado por Navarro para hacerse cargo de controlar las subvenciones y socio de Ibercoop, del que dijo que era "la mano derecha" del director general de Empleo, "trataba de coordinarnos- a los funcionarios- y nos decía cositas".

Tambié citó a Cipriano Uceda, directivo de Ibercoop, al que calificó "de cerebro de aquello", para afirmar que iba por la sede de Empleo y que le llamó la atención que a mediados de 1993 -fecha coincidente con el inicio de la investigación- "parecían enfadados" -Uceda y Bravo-.

Fernando Abad, vicepresidente de la comisión investigadora, pidió en un momento de la intervención de Teruel que desde el fondo no se hiciesen indicaciones sobre las respuestas del compareciente.

Esta agencia pudo comprobar comouna persona, que tenía entre sus manos documentos con el membrete de la CAM y estaba sentada entre los periodistas, hizo indicaciones, muecas y señales a Teruel cada vez que este contestaba a una pregunta de los diputados.

Igualmente, cuando concluyó la comparecencia, la persona que hacía muecas y señales se dirigió al compareciente, con quien habló y, por sus gestos, parecía regañarle.

Antes de la comparecencia del ex funcionario de Empleo, estuvo presente Jaime Lissavetzky, consejero de Educacin y Cultura, quien afirmó "con rotundidad" que "no ha habido ningún trato de favor" con empresas de la trama Ibercoop y que la relación de su departamento con esta sociedad ha sido "transparente y clara".

La comparecencia de Lissavetzky ante la comisión investigadora guarda relación con los dos contratos de Educación y Cultura con la empresa Hades 87, del grupo Ibercoop, por una cuantía de 32 millones de pesetas.

Tras reiterar la inexistencia de tratos de favor, reconoció que en todo caso lo que a podido existir en alguna anomalía de la letra pequeña de los contratos.