Esta declaración se fundamenta en la necesidad de asegurar la conservación y mejora de las características ecológicas y paisajísticas de la zona y proteger de forma específica los elementos de significación ecológica, geomorfológica y paisajística que contribuyen a sigularizar el espacio protegido.

Otros objetivos son preservar la diversidad genética existente, garantizando el mantenimiento o, en su caso, la recuperación de las condiciones naturales que determinan la persistencia de especies endémicas o en peligro de extinción, y programar los mecanismos y garantizar las actuaciones de restauración y conservación que se lleven a cabo en distintas infraestructuras existentes.

La declaración de reserva natural de este espacio pretende también potenciar la realiación de actividades científicas y desarrollar acciones que permitan potenciar el conocimiento del espacio protegido por parte de entes locales, regionales y nacionales.

El Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Regajal-Mar de Ontígola tendrá vigencia de carácter indefinido y a su amparo quedarán expresamente prohibidas las actividades de urbanización y edificación, la realización de cualquier acción que modifique o altere la geomorfología e hidrología natural y las captaciones de agua.

Asimismo, quedan prohibidos los vertidos sin depurar en la reserva natural y, entre otras normas, la realización de paseos, visitas, baños, acampadas sin previa autorización de la Agencia del Medio Ambiente, organismo que se encargará de que se cumpla la reglamentación.