Además, el Grupo Municipal Socialista-Progresistas pedirá que los servicios municipales de Higiene Alimentaria realicen una Campaña de Inspección para detectar posibles deficiencias en la calidad de las comidas que se sirven o en su manipulación.

El concejal socialista Rafael Merino manifestó hoy que "la situación de los comedores escolares en la capital sigue siendo muy deficiente, a pesar de que los datos ofrecidos por la Concejalía de Salud y Consumo nos dicen que el pasado año el 95% de lo mismos funcionaron perfectamente".

Merino explicó que el ayuntamiento realizó en 1999 un total de 556 inspeciones a comedores escolares y no levantó ni una sola acta para sancionar deficiencias en sus instalaciones o en la manipulación y calidad de la comida servida, aunque sí se levantaron 29 actas en las inspecciones relativas al transporte de los alimentos.

A juicio del concejal del PSOE, "estos datos maquillan la realidad y entran en contradicción con las continuas quejas de los padres y alunos de muchos colegios relativas a la insuficiencia, mala calidad de la comida o al hecho de que ésta no se sirva caliente a los escolares".

Rafael Merino calificó de "intolerables" estas deficiencias, teniendo en cuenta que la comida cuesta más de 500 pesetas diarias de media, "dinero que debería permitir a las empresas que prestan este servicio ofrecerlo en mejores condiciones que las actuales".

Además, el concejal dijo que "no puede permitirse que todavía el 18% de los colegios no faciliten inormación a los padres sobre el menú que se sirve y que la mayor parte de los mismos carezcan de grifos o lavabos en las zonas próximas al comedor que permitan a los niños lavarse las manos antes y después de las comidas". A su juicio, "estas deficiencias son ignoradas por el ayuntamiento, que califica estos hechos como normales".