Según el concejal socialista Rafael Merino, las protestasmás frecuentes son por la mala calidad de la comida, porque ésta no se sirve caliente y, en ocasiones, porque la cantidad es escasa. Asimismo, el edil considera "inaceptable" que el 30 por ciento de los colegios no facilite información a los padres sobre el menú que se sirve en los comedores y que la mayor parte de los centros carezca de lavabos en las zonas próximas al comedor para que los niños puedan lavarse las manos antes y después de las comidas.

A su juicio, estas deficiencias son ignoradas porlos servicios de consumo del Ayuntamiento, "cuyas estadísticas oficiales dicen que más de 95 por ciento de los centros inspeccionados cumplen con la normativa y los requisitos de limpieza, algo que, no se corresponde con la realidad".

En este sentido, el Grupo municipal socialista pedirá que los servicios municipales de Higiene Alimentaria lleven a cabo una campaña de inspección para detectar las posibles deficiencias en la calidad de la comida que se sirve en los colegios, mediante la realización de nálisis en el Laboratorio Municipal.

Para Merino, "los escolares madrileños son un importante grupo de riesgo alimentario y el Ayuntamiento debería intensificar la vigilancia sobre las condiciones de limpieza y salubridad del servicio que se presta en los comedores".

Por su parte, el concejal de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Madrid, Simón Viñals, contestó a las quejas del grupo municipal socialista, y aseguró que estas instalaciones se encuentran en condiciones sanitarias y de limpieza adecadas.

En este sentido, la consejería que dirige Viñals desarrolla numerosas actuaciones en los comedores escolares de Madrid. En el pasado curso 1998/1999, aseguran desde el Ayuntamiento, se realizó una campaña de inspección de los comedores escolares y los comedores de centros de cuidado y recreo infantil. Se efectuaron 556 visitas, se levantaron 25 actas y el número de expedientes sancionadores se elevó a 20.

Respecto a los menús semanales, la Consejería de Salud y Consumo municipal señaló que n los colegios inspeccionados durante el pasado curso escolar se registró que el 94 por ciento lo tienen y que el 82 por ciento informan a los padres de lo que comen sus hijos.