Narbona ha manifestado, a través de una nota de prensa, su preocupación por la obra de impermeabilización realizada por el Ayuntamiento de Madrid, "en la medida en que no se corresponden con las existencias normales de embalsamiento de agua, que requieren, entre otras cosas, de un sistema de drenaje que no está previsto en el caso del Retio, por lo que no podrán medirse futuras filtraciones".

Según los informes de los expertos en temas de aguas consultados por Narbona, la estanqueidad absoluta del agua no puede asegurarse nunca, por lo que es necesaria una red de drenaje que recoja las filtraciones y las conduzca a un pozo.

De este modo, se puede realizar una medición y un control del agua que se filtra, comprobar si las filtraciones se ajustan a lo previsto dentro de los parámetros normales, detectar fugas excesivas y posibles prblemas a tiempo de solucionarlos y reconducir el agua, evitando que pueda dañar a las plantas o los edificios e, incluso, permitiendo su reutilización si así se desea.

Narbona recordó que se está haciendo la obra "sin haber llevado a cabo sondeos previos que establezcan de una manera exacta cuánta agua se ha venido filtrando estos últimos años, dónde ha ido a parar y qué daños ha causado".

"Es una obra que va a costar 350 millones de pesetas y que, a pesar de ese precio nada despreciable, no garatiza adecuadamente la seguridad de que no se produzcan nuevas filtraciones en el futuro ni la posibilidad de detectarlas", destacó.