El líder socialista, que pidió la demolición del edificio, acusó al PP de "machacar ecológicamente la zona, porque el terreno donde está la construcción es rústico, lo que supone una grave infracción urbanística y medioambiental", que fue denunciada por el Grupo Municipal Socialista.

En 1989, Fernando Rubio, alcalde popular de Galapagar, solicitó a la CAM licencia para construir una clínica geriátrica y ante las pegas puestas por las autoidades regionales, decidió en 1991 "autoconcedérsela".

En aquellas fechas, el PSOE denunció la concesión de la licencia, porque estaba en terrenos del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

A partir de octubre de 1991, el nuevo alcalde, el socialista Manuel Cabrera, decretó la paralización de las obras y pidió informes al respecto a distintos organismos regionales, como la AMA, la Consejería de Política Territorial y el Patronato del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.

Estos organismos realizaron los respectivos informes, "todos ellos desfavorables", según Lissavetzky, quien explicó que, tras las pasadas elecciones, el nuevo alcalde, Eugenio de Pablo, del PP, aunque no ha reiniciado las obras, no ha tenido en cuenta la sentencia judicial que anula la licencia, por considerarla "lesiva", y ordena la demolición.

El secretario general de la FSM explicó que el edificio tiene 6.000 m2 construidos y 4.000 m3 de hormigón y anunció que han pedido la comparecencia de Luis duardo Cortés, consejero de Obras Públicas, para que explique en un pleno su posición.

"Este edificio hay que eliminarlo de donde está, porque no se puede tener ese adefesio ahí en medio. Nos tememos que el PP no lo haga y pedimos que si no lo hace, la CAM efectúe la eliminación", concluyó.