Según explicó, el pleno de la Asamblea de Madrid del 12 de febrero aprobó hacer unas inspecciones a estas universidades privadas, ante los indicios de incumplimientos de la normativa vigente, pero dos meses después la Dirección General de Universidades ha mandado a los grupos parlamentarios "un montón de folios sin ningún orden ni concierto que expresan la realidad de estos centros durante los años 95 y 96".

Añadió que, a la vista de sus informes, "esta dirección general no ha dado datos actualizados y se ven enormes lagunas en la investigación pedida a estos centros. Se detectan gravísimos problemas en la contratación y cese del profesorado".

Ferrero señaló que la documentación enviada a los grupos es "una tomadura de pelo y un desprecio a este Parlamento" y afirmó que el PSOE tiene denuncias de alumnos y profesores de estas dos universidades privadas y "también las tiene la Dirección General de Universiades, que no ha actuado para nada".