Fernández explicó, después de la primera reunión de la Junta de Portavoces, que para su formación la legislatura empieza "a cien revoluciones y desde el primer momento; una vez oído el discurso de investidura de Aguirre, llevaremos a cabo una oposición firme y constructiva".

Explicó que no habrá 100 días de cortesía porque éste es un "gobierno continuista" y porque hay que recuperar el tiempo perdido or la repetición de los comicios.

Simancas mostró la misma disposición que su compañero de IU a empezar la labor de oposición desde el mismo día de la elección de Aguirre como presidenta por el pleno de la Asamblea de Madrid previsto para el 20 de noviembre.

Anunció una oposición constructiva, leal y contundente y dijo que sus prioridades son el reforzamiento del sistema democrático y la reforma del reglamento de la Cámara regional para evitar nuevos episodios de transfuguismo y acercar la institción a los madrileños.

Asimismo, señaló que el PSOE centrará su oposición en los siguientes temas: la precariedad laboral, la inseguridad ciudadana, el acceso a la vivienda y el deterioro de los servicios públicos.

Simancas afirmó que estará "muy atento" a como estructura Aguirre su gobierno, porque este hecho "puede ofrecer pistas sobre su política".

El portavoz del PP, Antonio Beteta, dijo que le parece "razonable" que la oposición decida oponerse desde el primer momento, ya que esta legisatura es más corta de lo habitual.

Explicó que el Grupo Popular se dedicará a apoyar a la presidenta y a su gobierno y a servir de nexo de unión entre el Ejecutivo y la sociedad, y que Aguirre trabajará desde el primer día a cumplir sus promesas electorales.