"Estos presuuestos se han hecho con orejeras y no miran a la realidad de la región. Su principal característica es que parecen un escefalograma plano", afirmó el líder socialista, tras una reunión mantenida con los secretarios regionales de UGT y CCOO, José Ricardo Martínez y Rodolfo Benito, respectivamente.

Lissavetzky explicó que las enmiendas socialistas pretenden resolver problemas como el paro, con la inclusión de una partida de 50.000 millones de pesetas, con aportaciones de Cajamadrid para desarrollar inicativas locales de empleo; y el reequilibrio social y territorial de la Comunidad, con la puesta en marcha de un plan de vivienda joven, dotado de 7.500 millones de pesetas.

Asimismo, criticó que se dedique solamente el 0,15% del presupuesto para cooperación al desarrollo y advirtió de que se deja una "herencia negativa" al siguiente gobierno, tras las elecciones de junio de 1999, ya que la deuda que dejará el PP se acerca a los 800.000 millones de pesetas, casi el doble de lo que se encontraron en 199.

Tras señalar que percibe que "muchos ciudadanos no quieren que siga gobernando la derecha, señaló que la pretensión del PSOE es colaborar con distintos movimientos progresistas, como los sindicatos, para "cercar" al Ejecutivo de Ruiz-Gallardón de aquí a la fecha electoral.

Por su parte, el secretario regional de UGT-Madrid destacó su coincidencia con el PSOE sobre los presupuestos, y los calificó de "insolidarios, ineficaces y torpes", ya que "agreden a los trabajadores".

Después de señala que estos presupuestos son los del desempleo y los peores de toda la legislatura, afirmó que los sindicatos han elaborado una serie de propuestas sobre las cuentas regionales para 1999 que entregarán a los grupos parlamentarios. Hoy al PSOE, mañana al PP y el miércoles a IU.

Rodolfo Benito descalificó los presupuestos de la Comunidad, porque "no hincan el diente" a los problemas de la región y son autocomplacientes y triunfalistas".