El dispositivo especial puesto en marcha por la Policía Municipal en torno a los centros escolares incluye el aumento de las dotaciones de tráfico y patrullas de seguridad, a fin de evitar los problemas circulatorios y de otra índole que pudieran surgir en las inmediaciones de estos lugares.

En relación con el tráfico, se ha establecido un dispositivo de regulación y vigilancia en las proximidades de los colegios con problemas circulatorios de cada distrito. Los agentes se situarán de forma estatégica para proteger la entrada de los alumnos y permitir la fluidez circulatoria.

PERROS PREPARADOS

Por lo que se refiere estrictamente a la seguridad, la vigilancia irá encaminada a evitar que las entradas y salidas de los colegios puedan ser aprovechadas por algún desaprensivo para sustraer a los escolares sus pertenencias o incluso ofrecerles algún tipo de sustancia estupefaciente. Para este servicio se dispondrá, cuando se considere necesario, de perros preparados para la detección de drogas. El control de asistencia de los estudiantes será otro de los objetivos importantes de este dispositivo, que vigilará a fin de evitar el absentismo escolar.

Cuando los agentes localicen a un alumno en la calle durante el horario lectivo, se interesarán por su situación y, en los casos que proceda, pondrán el hecho en conocimiento de sus padres y de los directores del centro al que pertenezcan.

En el caso de que los menores se encuentren sin escolarizar o sean víctimas de abandono, los agentes ontactarán con los servicios de Asistencia Social del Ayuntamiento para proceder a la adecuada atención de los chicos.

La vigilancia diaria se realizará de forma alternativa, variándose periódicamente. Los colegios considerados más problemáticos tendrán un seguimiento especial, siendo su vigilancia más intensa y prioritaria.