El artículo 124 del Reglamento General de Circulación obliga a los viandantes a cruzar la calzada por los pasos de peatones, así como a respetar las indicaciones del agente y de los semáforos. La infracción de estas normas está sancionada con multas de 3.000 pesetas, al ser considerada como una falta leve.

La Policía Municipal advierte que "nadie debe extrañarse, por tanto, de la posibilidad de ser denunciadopor este motivo", ya que las infracciones de los peatones "pueden resultar peligrosas para la seguridad vial".

De hecho, "una gran aprte de los 41 fallecimientos por atropello durante el pasado año se debe fundamentalmente a la imprudencia de los propios peatones al circular por lugar indebido".