Esta actitud constituye una infracción del vigente Reglamento General de Circulación que, en su artículo 18.1, especifica que "el conductor de un automóvil está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el camp necesario de visión y la atención permanente a la conducción", todo ello para garantizar tanto su propia seguridad como la de los ocupantes de su vehículo y la de los demás usuarios de la vía pública.

Según la Policía Municipal los teléfonos móviles se han convertido en un objeto cotidiano, pero hay algunos ciudadanos que no son conscientes del peligro que significa simultanear una actividad, conducir un vehículo, que precisa de una atención preferente, con la de mantener una conversación telefónica. Además de la falta de atención que supone esa práctica cuando no se usa un aparato del tipo "manos libres", implica además una merma en la capacidad de movimientos del conductor al emplear una de sus manos para sujetar el teléfono en lugar de llevarla al volante.

Por otra parte, agrega, es evidente la creciente necesidad de la telefonía móvil de tal forma que incluso para muchos ciudadanos se ha hecho casi indispensable.

Por ello, la Policía Municipal recomienda que en el caso de ser necesaro mantener una conversación telefónica mientras se conduce, se estacione el vehículo en un lugar seguro donde no se perturbe la circulación ni suponga un peligro para la misma y, en esa situación, se utilice el teléfono móvil con toda normalidad.