La detención del sospechoso tuvo lugar después de que la joven denunciara a la policía que el pasado fin de semana había visto como su agresor tomaba el mismo autobús que ella.

Durante tres días, varios agentes de la policía acompañaron a la joven en su viajes, hasta que finalmente el presunto agresor fue localizado y se procedió a su detención.

Los hechos denunciados tuvieron lugar en abril de 1995, cuando la joven acudía a su domicilio hacia las 2 de la madrugada y tomó el ascensor en compañía de un hombre.

Una vez dentro, el hombre detuvo el ascensor en la primera planta y, tras amenazar a la joven con una pistola, la obligó a bajarse los pantalones y la ropa interior e intentó violarla.

La violación no pudo consumarse porque alguien llmó al ascensor y el agresor desistió de su propósito y escapó a la carrera, asustado además porque la víctima comenzó a golpear puertas y tocar timbres en busca de auxilio. En su huida, el presunto violador perdió un arma de fogueo que llevaba consigo.