Cinco testigos del incidente han denunciado a cuatro policías municipales por haber golpeado "peor que a un perro" al inmigrante argelno.

Sin embargo, según la versión de la policía, fue Zahzouh el agresor, en un incidente que ocurrió sobre las 21,30 de ayer fueron requeridos tres agentes municipales por una vendedora de un puesto de caramelos autorizado en la estación de Sol.

Según sus propias declaraciones, el ciudadano argelino la había amenazado en varias ocasiones con agredirla y le había tirado al suelo los artículos de su puesto repetidas veces con el fin de amedrentarla para que no vendiera tabaco porque, según parece, retendía monopolizar su venta en este lugar ofreciendo cajetillas de contrabando.

Los funcionarios acudieron a identificar al denunciado, quien se opuso entre gritos y gestos desproporcionados. Inmediatamente después, un grupo de personas de origen magrebí, siempre según la versión policial, rodearon a los policías y les arrojaron botes de bebidas y piedras, circunstancia que aprovechó el ciudadano argelino para intentar escabullirse mordiendo la mano a un agente.

Pero gracias a la colaboración d otra dotación municipal, alertada por esta situación, pudo ser sofocada la reyerta y el detenido fue trasladado al coche patrulla.

El inmigrante, según la policía, intentó autolesionarse dentro del vehículo policial y en la propia casa de socorro, donde se negó a que le reconociese el facultativo. Zahzouh trató de golpearse contra las paredes del establecimiento sanitario, pero lo impidieron los propios policías. Finalmente, fue llevado a la comisaría de Centro.

Por su parte, el médico de la cas de socorro atendió a los tres agentes municipales, dos de los cuales fueron trasladados al hospital Clínico, donde quedaron ingresados por artritis traumática en mano y contusión en boca y en región dentaria inferior, según el parte facultativo.