La nueva ampliación, -que sucede a las que se realizaron en 1987 y 1991- pretende seguir garantizando la conservación de este espacio natural, dotado de altos valores culturales, agrarios y paisajísticos. Las zonas ampliadas se sitúan en tres sectores principales: el Valle de la Fuenfría y Hueco de Siete Picos; la zona de melojares y pinares de Miraflores de la Sierra, y elárea de fresnedas y prados de Soto del Real.

FUENFRIA Y SIETE PICOS

Este área está formada por el conjunto granítico de Siete Picos (2.136 m), nacimiento de los arroyos de "La Venta" y "Las Berceas", que contiene una de las masas de pino silvestre más importantes de la Comunidad de Madrid, mezcladas en sus zonas más bajas con roble rebollo y fresno. Incluye además la Calzada Romana y algunos puentes de importancia histórica.

Se trata de una de las zonas de la Comunidad de Madrid más rica en espcies de fauna, entre las que destacan el corzo y, por su singularidad, las mariposas parnassius apollo y graelsia isabellae. Además, es uno de los entornos madrileños más visitados, con mayor afluencia de visitantes buscando ocio y recreo.

MELOJARES Y PINARES

Se incluye una amplia extensión de pinar de pino silvestre, destacando las masas de Monte Aguirre, y rebollares o melojares, que igualmente se mezclan en las zonas de menor altitud de este área. Se incluye el nacimiento del Río Miraflores, y cunta como máxima altitud el Pico de la Najarra (2.113 m).

Esta zona cierra por el este con el "Hueco de San Blas", junto con la Pedriza, uno de los lugares más emblemáticos del Parque Regional. Las zonas bajas de estas áreas tienen un importante aprovechamiento ganadero compatible con la persistencia del Parque.

En relación con la fauna, la inclusión de estas nuevas zonas incrementa la protección de las especies presentes en las áreas colindantes ya pertenecientes al Parque Regional, destacándose omo área de campeo y alimentación del buitre leonado y el águila real entre otras.

Se trata de una zona de aprovechamiento ganadero extensivo que ha dado lugar a dehesas de gran valor compuestas por fresnos y algo de roble rebollo.

Asimismo, la zona alberga fresnedas de estructura más cerrada que albergan algunas de las poblaciones más importantes de cigüeña blanca de la Comunidad de Madrid, que hacen de estas zonas hábitats permanentes. Esta incorporación supone una mayor protección del colindane embalse de Santillana y su importante avifauna.

Con la ampliación de estas tres áreas, se completa la protección del espacio más amplio y uno de los más emblemáticos de la Comunidad de Madrid, declarado como Parque Regional en 1985 y declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera en desarrollo del programa MaB (Hombre y Biosfera), del que la Pedriza forma parte y fue declarada de forma pionera ya en 1930 como Sitio Natural de Interés Nacional.