La protesta, que se inició a las doce de la pasada noche y que finalizó a las doce del mediodía de hoy, provocó que pararan gran parte de los 16.000 taxis que circulan habitualmente por las calles de Madrid. Los servicios mínimos funcionaron sólo para los casos de urgencia.

El tráfico en la zona centro, según fuentes del ayuntamiento, se ha visto muy beneficiado por la usencia de los taxistas, de forma que la circulación por lugares como la calle de Alcalá, Plaza de Cibeles o Gran Vía fue mucho más fluida que cualquier otro día de la semana.