Representantes de estos grupos destacaron que "sospechamos que se inicia una nueva etapa, donde se restrinja la entrada a las cárceles, se prime la seguridad frente al tratamiento y se dificulten seriamente las labores de reinserción social realizadas hasta la fecha".

Las citadas fuentes explicaron que ese cambio de adcripción supone un "paso negativo y una contradicción", máxime teniendo en cuenta que el nuevo Codigo Peal, ya en vigor, introduce iniciativas como los arrestos fin de semana, los trabajos comunitarios o el cumplimiento de pena en centros abiertos para toxicómanos.

Estos colectivos son conscientes de que la vigilancia de los exteriores carcelarios está bajo el control de Policía Nacional y Guardia Civil, fuerzas dependientes de Interior, pero recalcan que el cuidado y atención a los internos lo hacen educadores, psicólogos y otros profesionales sociales, que deben estar centrados en trabajos de reinsercón y hasta ahora dependían de Justicia. "Ese debe ser el principal objetivo de Prisiones".

Entre los grupos que manifiestan su postura contraria a que Prisiones dependa de Interior están, entre otros: Prevención Contra la Marginación (Precomer), de Parla; Punto Omega (Móstoles), Amanecer, Horizontes Abiertos, Proyecto Hombre y Secretariado Gitano.