Cuando la organización introducía en España un alijo de cocaína, Carlos Enrique R., de 41 años y hombre de confianza de una mafia radicada en Cali (Colombia), se encargaba de recoger el dinero de la venta.

A continuación, tenía que convertirlo en dólares, para lo que contaba con varios colaboradores, a los que entregaba cantidades que en ningún caso sobrepasaban los cinco millones de pesetas para que efectuaran el cambio. Por cada una de estas operaciones, el encargado ecibía una media de 25.000 pesetas por millón.

Una vez obtenidos los dólares, Carlos Enrique R. los enviaba a Cali por vía aérea. Para ello utilizaba 'correos', que sacaban el dinero en dobles fondos de maletas y camuflado entre ropas. También se han descubierto remesas de dólares mediante pequeñas transferencias.

El pasado martes comenzaron las detenciones y registros en domicilios y un 'pub' situado en el número 106 de la calle Ocaña, en el distrito de Latina, que el cabecilla Carlos Enrique R.utilizaba como tapadera.