Durante la presente campaña sólo se tratarán aquellas masas forestales con presencia excesiva de procesionaria, lo que supone unas 5.500 héctareas, es decir, el 8% del pinar de la Comunidad de Madrid.

"El objetivo no es acabar con las poblacions de procesionaria, pues son fuente de alimento para otras especies, sino evitar un desarrollo excesivo de las mismas que pueda generar un desequilibrio ecológico y pueda complicar el desarrollo natural de los pinares", explicó Sepúlveda.

La procesionaria es el principal insecto defoliador de los pinos, pudiendo llegar a producir la defoliación completa de un bosque. Además, resulta molesto para animales y personas por la irritación que producen los pelos urticantes de este insecto cuando se encuentraen fase de oruga, la más duradera de su ciclo biológico y que tiene lugar en otoño e invierno.

Las orugas permanecen en invierno refugiadas durante el día en el interior de sus nidos o bolsones de seda y solamente salen de su nido por la noche para alimentarse de las acículas de los pinos, por lo que no se las suele observar hasta la primavera, cuando salen de estos nidos formando hileras o procesiones para enterrarse en el suelo y pasar a estado de crisálida. Es en verano cuando emergen las mariposasadultas y se produce el apareamiento y la puesta de huevos.