Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid explicaron a Servimedia que el fallecido, P.J.L.R., de 37 años y enfermo terminal de sida, fue, según todos los indicios, el que provocó el fuego cuando se encontraba en la habitación 836 del hospital, donde permanecía aislado por su enfermedad.

En la planta donde comenzó el fuego se encuentran los servicios de Psiquiatría y Dermatología y en ell había varios presos que estaban ingresados bajo custodia policial por orden judicial.

Según fuentes hospitalarias, la víctima ya había intentado provocar incendios con anterioridad en la habitación en la que permanecía aislado, sin haberlo conseguido, por lo que estaba vigilado por los servicios de seguridad del Ramón y Cajal, como cualquier otro paciente del que pueden esperarse reacciones agresivas. Sin embargo, esta madrugada se suponía que dormía.

El incendio comenzó alrededor de la 1,38 hors de la madrugada y se ha comprobado que se inició en la habitación 836, según informaron a Servimedia fuentes del Departamento de Bomberos. El fuego quedó sofocado alrededor de las 3.44 horas.

Fue una enfermera de planta la que descubrió el fuego y al enfermo tirado en el suelo, al detectar olor a humo y abrir la puerta de la habitación 836. La empleada resultó afectada por inhalación de humo.

El juez de guardia se personó en el lugar de los hechos una vez sofocado el fuego y procedió al levantaiento del cadáver y la clausura de la zona afectada, así como al trasladado de la investigación a la Policía Judicial.

La dirección del Hospital ha dado orden para que se pinte toda la planta afectada por el humo y para que se subsanen los daños provocados por el fuego. La planta, según las mismas fuentes, estará reparada y a pleno rendimiento en un plazo máximo de 48 horas.

En las labores de extinción participaron 12 vehículos de Bomberos, ocho de intervención y cuatro de mandos, con un total decuarenta bomberos. Aunque se trasladaron hasta el Ramón y Cajal autobombas para suministro de agua, los efectivos de Bomberos sólo tuvieron que utilizar las bombas de incendios de la planta, que se encontraban en perfecto estado y con la presión adecuada, según fuentes del Cuerpo.

Ayudados del personal de Seguridad del hospital, unidades del Samur y la Policía Nacional, los bomberos tuvieron que evacuar a un total de ocho pacientes en camas y a otros veinticinco por su propio pie.