El secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y de organización en Madrid, Carlos Amaya, afirmó a Servimedia que en el marco del Plan de Urgencias y Emergencias se analizará la situación de estos servicios, sus necesidades y su demanda área por área, aunque pidió que previamente se defina el modelo de asistencia a la urgencia.

Este modelo, a juicio de José María Poras, secretario general del sindicato de enfermería SATSE en Madrid, debería cubrir la asistencia urgente en Atención Primaria una vez que se han cerrado las consultas en los centros de salud, "lo que reduciría casi un 60% del trabajo en los hospitales".

Suplir esta carencia en Primaria, según el cálculo de Satse, supondría contar con un médico y un enfermero por cada 100.000 habitantes y cubrir casi 5.800 horas, además de dotarles de instrumental analítico resolutivo "que en otros momentos sería impenable, pero que ahora es bastante asequible".

En caso de que no se optara por esta solución, Porras comentó que las urgencias hospitalarias madrileñas necesitarían duplicar tanto los espacios como las plantillas para dar una buena atención. También reclamó una reforma del mapa sanitario madrileño y de sus áreas de salud.

El doctor Amaya también es partidario de prolongar la asistencia de urgencia en Primaria mediante la que califica como "atención continuada" para evitar la presión asistencial en os hospitales, y anima al actual equipo de la consejería a que defina el modelo que quiere implantar.

Además, volvió a reclamar un registro de profesionales y puestos para conocer al detalle los recursos humanos con los que cuenta la Sanidad pública madrileña y sus carencias, y el reconocimiento de la especialidad de urgencias.