Médicos del Mundo subraya en un comunicado que limitar los espacios donde se desarrolla la prostitución puede significar una reducción de los precios y a necesidad de realizar más servicios para saldar las deudas contraídas.

También supondrá una disminución del espacio de que disponen las mujeres para negociar con los clientes, algo que, según Médicos del Mundo, mermará su capacidad de renuncia a prácticas de riesgo como, por ejemplo, el no uso de preservativo.

Por último, la ONG señala que también puede producirse un desplazamiento de la prostitución a otras zonas, caso de los polígonos industriales, donde aumenta la indefensión de las mujeres,y un incremento del número de reyertas entre proxenetas.

Por ello, Médicos del Mundo considera que el cierre parcial de la Casa de Campo solamente "maquilla" el problema de la prostitución en Madrid, "ya que contribuye a excluir aún más a estas personas, aumentando su vulnerabilidad y haciéndolas invisibles al resto de la sociedad, pero no afronta ninguna de las causas de fondo que lo provocan".